By Catherine Lindell, Editor-in-Chief, The Condor: Ornithological Applications
Linked paper: Applying conservation social science to study the human dimensions of Neotropical bird conservation by A.A. Dayer, E.A. Silva-Rodríguez, S. Albert, M. Chapman, B. Zukowski, J.T. Ibarra, G. Gifford, A. Echeverri, A. Martínez-Salinas, and C. Sepúlveda-Luque, The Condor: Ornithological Applications.
Traducción al español abajo.
As COVID-19 swirls around the world, silently but effectively moving from person to person, turning each trip to the grocery store into an exercise in risk reduction, human perceptions, behavior, and economic concerns are integral to efforts to manage the impact of the virus. Similarly, human dimensions are critical in understanding, preserving, and managing birds that eat crop pests, provide economic opportunities, bring us joy, and even forecast the weather. Dayer et al., in their recent paper in The Condor, describe the importance of the field of conservation social science to conservation efforts for Neotropical birds.
Black-necked swans, as elegant as their name implies, suffered a population crash on the Cruces River in southern Chile in the mid-2000s. The crash was linked to a pulp mill that had recently come online upriver of the swans’ wetland. Materials released from the mill greatly reduced the swans’ food, leading to their near disappearance. Public outrage eventually led to policy reform, legal sanctions on the mill, and the swans’ recovery. Dayer et al. use the story to illustrate how critical it is to understand what, why, and how humans do what they do in order to engineer and improve conservation outcomes.
Some of the examples Dayer et al. relate will be familiar to Condor readers from a biological perspective but not necessarily a human perspective. For example, most of us are aware of the value of polyculture coffee systems, where coffee is grown under a canopy and with other types of plants, as habitat for resident and migratory birds. Sun coffee, in contrast, grown as a monoculture, without a canopy, typically has little bird diversity. Polycultures have been assumed to improve dietary diversity for small farmers. Only recently, however, have studies actually investigated this assumption and found support for the idea that crop diversity is indeed linked to the range of foods households consume. Scientific support for this assumption should prompt groups, from governments to agricultural cooperatives, to support smallholders interested in growing a diversity of crops, thus benefiting both humans and birds.
Other examples Dayer et al. provide will not be as well-known. The authors describe research that has documented how Andean farmers use the arrival of particular bird species as signs of imminent weather change leading, in turn, to farm management decisions like when to harvest. As we study Neotropical bird responses to a range of anthropogenic threats, from habitat fragmentation to the pet trade, and design conservation programs to address these threats, Dayer et al. provide evidence of the value and necessity of investigating human perceptions, behavior, communication, and economics to improve the effectiveness of bird conservation programs.
A medida que el COVID19 circula alrededor del mundo, transmitiéndose silenciosa pero eficientemente de persona a persona, convirtiendo cada viaje al supermercado en un ejercicio para reducir riesgos, las percepciones humanas, comportamientos, y preocupaciones económicas son elementos integrales de los esfuerzos para manejar los impactos del virus. De igual manera, las dimensiones humanas son fundamentales para entender, preservar y manejar aves que se alimentan de plagas agrícolas, proveen oportunidades económicas, nos traen alegrías, e incluso pronostican el tiempo. Dayer et al., en su reciente artículo publicado en la revista The Condor, describen la importancia del campo de las ciencias sociales en los esfuerzos de conservación de las aves Neotropicales.
Los Cisnes de cuello negro, tan elegantes como su nombre indica, sufrieron un colapso poblacional en el río Cruces en el sur de Chile a mediados de los años 2000. Este colapso fue vinculado a una planta de celulosa que recientemente había iniciado operaciones aguas arriba. Materiales liberados por la planta de celulosa redujeron considerablemente la disponibilidad de alimentos para los cisnes, lo que casi llevó a su desaparición. La indignación pública eventualmente llevó a cambios en las políticas públicas, sanciones legales a la empresa, y a la posterior recuperación de las poblaciones de cisnes. Dayer et al. utiliza esta historia para ilustrar la importancia crítica de entender el qué, el por qué, y el cómo las personas hacen lo que hacen, para así diseñar y mejorar los impactos de los esfuerzos de conservación.
Algunos de los ejemplos que Dayer et al. relatan serán familiares para los lectores de The Condor desde una perspectiva biológica, pero no necesariamente desde la perspectiva humana. Por ejemplo, la mayoría de nosotros somos conscientes de la importancia de los policultivos de café o café de sombra, es decir dónde el café es cultivado bajo el dosel de los árboles y con otros tipos de plantas, creando así hábitat para especies de aves residentes y migratorias. Por otro lado, el café a pleno sol, cultivado como un monocultivo, sin la sombra de un dosel, típicamente alberga una baja diversidad de aves. Se ha asumido que los policultivos además proporcionan mayor diversidad alimentaria a los pequeños agricultores. Sin embargo, sólo recientemente se ha estudiado este supuesto con el resultado de que esta diversidad de cultivos está efectivamente relacionada con la gama de alimentos que son consumidos en los hogares de los pequeños productores. La evidencia científica que apoya este supuesto debería estimular a diferentes grupos, desde gobiernos hasta cooperativas de agricultores, a apoyar a pequeños productores interesados en cultivar una cultivos diversos, beneficiando así tanto a los humanos como a las aves.
Otros ejemplos proporcionados por Dayer et al. no serán tan familiares. Los autores describen investigaciones que han documentado cómo agricultores Andinos utilizan la llegada de ciertas especies de aves como indicadores de cambios en el tiempo, influyendo así en decisiones de manejo agrícola como, por ejemplo, cuándo cosechar. A medida que estudiamos las respuestas de las aves Neotropicales hacia una serie de amenazas antropogénicas, desde la fragmentación de sus hábitats hasta el comercio de ellas como mascotas, y diseñamos programas de conservación para responder a estas amenazas, Dayer et al. proporcionan evidencia del valor y la necesidad de investigar las percepciones humanas, comportamientos, la comunicación, y la economía para mejorar la efectividad de los programas de conservación de las aves silvestres.